Post by Kmi Roses on Apr 16, 2011 10:49:27 GMT -3
SLASH BY SLASH
INTRODUCCION:
“DESPUES DE HABERLO EVALUADO”
INTRODUCCION:
“DESPUES DE HABERLO EVALUADO”
Fue como un golpe en el pecho, pero de esos que vienen desde adentro. Pequeñas luces azules se encendian a los costados de mis ojos. El golpe fue violento, agotador, silencioso, inesperado. A simple vista, nada habia cambiado; nada se veía debilitado, pero el dolor era lo que todavía me mantenia en pie. Segui tocando y terminé la cancion. El publico no sabia que mi corazon se habia detenido por un instante justo antes del “solo”. Mi cuerpo me habia enviado todo su karma, recordandome, en el escenario frente al publico, la cantidad de veces que yo lo habia colmado de vicios.
El sacudón rapidamente se transformo en una leve molestia. Hasta podria decirse que volvi a sentirme bien. De todas maneras, me sentia mas vivo que hasta hace un momento, porque estaba mas vivo. La maquina en mi corazon me recordo lo preciosa que es la vida, el sentido del tiempo; cómo todo sucede en el momento justo: frente a una multitud y mientras tocaba la guitarra. El mensaje fue fuerte y claro. Lo recorde varias veces esa noche, y cada vez que saliamos a escena, el tiempo que duró esa gira. Pero nunca sabía bien cuando iba a recibir el golpe.
Un doctor ubicó un desfibrilador cardioversor implantable en mi corazon cuando tenía 35 años. Es un aparato de unos 8 cm. Lo insertaron por la axila. Monitorea constantemente el ritmo cardíaco y produce electroshocks cuando el corazón late peligrosamente rapido o demasiado lento. Quince años de alcohol y drogas han inflado mi corazón al punto de explotar. Cuando finalmente me internaron, me dijeron que tenía seis semanas de vida. Han pasado seis años desde entonces y esta pequeña maquina ha salvado mi vida mas de una vez.
He disfrutado de los efectos colaterales practicos que el doctor no habia previsto: cuando mis indulgencias hacian que mi corazon lata peligrosamente lento, el desfibrilador se apagaba, salvandome de la muerte una vez mas; porque tambien relajaba el corazon cuando latia lo suficientemente rapido como para tener un paro cardiaco.
Es bueno que lo hayan ajustado justo antes de la primera gira con Velvet Revolver. Me mantuve sobrio la mayor parte de la gira. Estaba tan lucido que el entusiasmo de tocar con la banda en la que creia, para los fans que creian en nosotros, me movilizo. Hacia años que no me inspiraba de esa manera. Recorri todo el escenario y me deje llevar por nuestra energía. Por la emocion, mi corazon se acelero tanto que puso en marcha el aparato cada noche que subi al escenario.
No era algo agradable, pero comence a agradecer haber tenido esta advertencia. Entonces vi las cosas como realmente eran: momentos extraños de alienada claridad; momentos que, a destiempo, resumian lo que he aprendido con esfuerzo, a lo largo de mi vida.
CAPITULO 1:
MI VIDA EN STOKE[/center][/color][/size]
Nací el 23 de Julio de 1965, en Stoke On Trent, Inglaterra, la ciudad donde Lemmy Klimister de Motorhead habia nacido 20 años antes. Fue en ese año, cuando el rock and roll se convirtió en algo más que la suma de sus partes, tambien fue en ese año cuando un par de bandas aisladas cambiaron el pop para siempre. Los Beatles lanzaron Rubber Soul y los Stones lanzaron Rolling Stones Nº2, el mejor disco de cover de blues de la banda.
Habia una revolucion creativa en marcha que nunca fue igualada y estoy orgulloso de ser producto de aquellos tiempos.
Mi madre es afro-americana y mi padre es ingles, y es blanco. Se conocieron en Paris en los sesenta, se enamoraron y me tuvieron. No era normal la union interracial, intercontinental pero tampoco era normal su ilimitada creatividad. Les agradezco por ser quienes son. Me expusieron a ambientes unicos, tan ricos y coloridos que todo lo que vivi, aun siendo muy joven, dejo su huella en mi.
Mis padres me trataron de igual a igual desde que pude mantenerme en pie, y me enseñaron –sobre la marcha- como lidiar con lo que sea que la vida ponga en mi camino; la única forma de vida que conozco.
Mi mamá Ola tenía 17 años y mi papà Anthony (Tony) tenia 20 cuando se conocieron. Habia nacido para ser artista; y como todos los artistas, dejo su pueblo natal para ir a Paris.
Mi mamá era precoz, exuberante, joven y hermosa. Habia dejado Los Angeles para conocer el mundo y sumar contactos en el negocio de la moda.
Cuando sus caminos se cruzaron, se enamoraron y luego se casaron en Inglaterra. Después llegue al mundo y decidieron armar una vida juntos.
La carrera de mi mama como diseñadora comenzo alrededor de 1966 y con el tiempo sumo clientes como Flip Wilson, Ringo Starr y John Lennon. Tambien trabajo para Pointer Sisters, Helen Reddy, Linda Rondstadt y James Taylor. Sylvester era tambien su cliente; no esta más con nosotros pero era cantante de musica disco, era la versión de Sly Stone. Tenia una gran voz y para mi era una persona estupenda; él me regalo un raton blanco y negro que llamé Mickey. Mickey era un despreciable malnacido. No se achicaba ni siquiera cuando alimentaba mis serpientes con ratas. Sobrevivio a una caida por la ventana de mi dormitorio después que mi hermano menor lo empujara; tres dias después aparecio en la puerta de mi casa en muy malas condiciones. Tambien se recupero de la “remoción accidental” de un trozo de su cola cuando la parte interna del sofa se la corto. Sin olvidar que estuvo casi un año sin agua ni comida. Nos lo olvidamos sin darnos cuenta en un departamento que usabamos para guardar cosas, y cuando finalmente regresamos allí, Mickey aparecio muy contento como si solo me hubiera ido un dia; como diciendo “Hey, donde has estado?”.
Mickey fue una mascota inolvidable. Tuve muchas: tuve un leon, Curtis, hasta cientos de serpientes. Básicamente soy un cuidador de zoologico, pero autodidacta; y me relaciono con los animales con los que convivo mucho mejor que con gran parte de los seres humanos que conozco. Mis animales y yo compartimos un punto de vista que la mayoria de la gente olvida: que al final del dia, la vida es supervivencia; sobrevivir dia a dia. Cuando esa leccion esta aprendida, ganar la confianza de un animal salvaje que podria matarte es definitivamente una experiencia gratificante.
Poco tiempo después de que yo naciera, mi madre volvio a L.A para expandir su negocio y fijar una base financiera sobre la cual construir la familia. Mi papa me crio en Inglaterra. Pasamos cuatro años en la casa de sus padres, Charles y Sybil Hudson, pero esto no fue facil para él. Yo era bastante intuitivo pero no podia discernir cuan tenso era el ambiente. Mi padre y su padre, Charles tenian una buena relacion. Tony era el segundo de tres hijos. Tanto su hermano menor, Ian como el mayor, David estaban de acuerdo con los valores de la familia. Mi padre fue a una escuela de arte, él era todo lo que su padre no era. Tony era los ’60: se revelo y defendio sus ideales tan incondicionalmente como su padre los condenaba.
Mi abuelo Charles era bombero en Stoke, una comunidad que no ha cambiado absolutamente nada a lo largo de la historia. Muchos habitantes de Stoke nunca la dejan; hay muchos como mis abuelos, que nunca se atrevieron a ir 100 millas al sur, desde Stoke hasta Londres.
La idea implacable de Tony de ir a una escuela de arte, trabajar y vivir de sus cuadros era algo que Charles no podia digerir. Esa diferencia de opiniones provocaba grandes discusiones que muy a menudo se transformaban en violentas peleas. Tony cuenta que Charles lo maltrataba sin razon, habitualmente durante gran parte de su juventud.
Mi abuelo era un representante declarado de la Gran Bretaña de 1950, y su hijo era un representante declarado de los años 60. Charles queria ver cada cosa en el lugar correcto, mientras que Tony queria cambiar los muebles de lugar y repintar la casa.
Creo que mi abuelo se horrorizo cuando su hijo volvio de Paris enamorado de una desenfadada negra americana. Me pregunto qué habra dicho cuando Tony le conto que pensaban casarse y criar a su hijo recien nacido en su casa hasta que ellos (mi mama y mi papa) pudieran poner sus asuntos en orden.
Tomando todo en cuenta, estoy conmovido por la diplomacia que mostraban en las fiestas.
Mi padre me llevo a Londres tan pronto como pudo viajar conmigo en tren. Creo que yo tenia dos o tres años, pero sabia lo lejos que estaba Londres de Stoke, con un sinfín de casas de ladrillos marrones y raras familias, porque mi padre estaba metido en la movida bohemia. Podiamos dormir en un sofa y no regresar por unos dias. Habia lamparas de lava y luz negra, ferias y artistas por la calle Portobello Road. Mi padre nunca se considero un Beat, pero absorbio esa forma de vida por osmosis. Era como si hubiese elegido a dedo lo mas importante, lo mas destacado de ese estilo: el amor por la aventura, tomar la ruta nada mas que con la ropa que llevas puesta, buscar asilo en diferentes lugares repleto de gente muy interesante.
Mis padres me enseñaron muchas cosas, pero la mejor leccion la aprendi muy tempranamente: no hay nada como la vida en la ruta.
Tengo buenos recuerdos de Inglaterra. Era el centro de atención de mis padres. Iba al colegio, actuaba en obras: “The twelve days of Christmas”; e hice el personaje principal en “The Drummer Boy”. Dibujaba todo el tiempo y una vez por semana miraba “The Avengers” y “The Thunderbirds” porque la televisión de fines de los ’60 era muy limitada y reflejaba la post-segunda guerra mundial; la idea del mundo según Churchill era la de la generacion de mis abuelos. Habia solo 3 canales de televisión, y dejando de lado las dos horas semanales que cualquiera sea el canal que emitiera esos dos programas, después solo daban las noticias.
Es logico que la generacion de mis padres haya formado parte del movimiento cultural que se habia puesto en marcha.
Cuando Tony y yo pudimos viajar a Los Angeles para encontrarnos con Ola, él nunca volvio a hablar de sus padres. Desaparecieron de mi vida rapidamente y a menudo los extrañaba. Mi madre le insitia a mi padre para que no perdiera contacto con ellos, pero no habia caso; simplemente no le interesaba la idea. No volvi a ver a mis familiares ingleses hasta que Guns n’ roses se volvio bien conocido. Cuando tocamos en el estadio de Wembley en 1992, el clan Hudson aparecio en gran número: entre bastidores justo antes de comenzar el show vi a uno de mis tios, mi primo y mi abuelo. Era su primer viaje a Londres. En los camarines se tomaron todo el licor que teniamos. Se habian tomado hasta la ultima gota. Era una cantidad de alcohol que habria matado a cualquier persona excepto a nosotros.
Lo primero que recuerdo de Los Angeles es la cancion de The Doors “light my fire” en el tocadiscos de mis padres, todo el dia, todos los dias. A finales de los ’60 y principios de los ’70 Los Angeles era el lugar indicado para los jóvenes britanicos involucrados con la musica o el arte. Habia mucho trabajo creativo en comparación con el indigesto sistema ingles; y si hablamos del clima, era el paraíso comparado con el lluvioso y nebuloso clima de Londres.
Ademas dejar Inglaterra por la costa yankie era una de las mejores maneras de romper con el sistema y con su educación –y mi papa estaba feliz por haberlo hecho-.
Mi madre siguió con su trabajo como diseñadora de moda y mi padre capitalizo su innato talento artistico y se convirtió en diseñador grafico. Mi madre tenia contactos en el negocio de la musica, asi que poco después su marido se convirtió en el diseñador de las tapas de los discos. Viviamos en Laurel Canyon Boulevard; en una comunidad muy sesentona, en la cima de Lookout Mountain Road. Esa zona de Los angeles siempre fue refugio muy creativo porque el paisaje era muy bohemio. Las casas se ubicaban en la montaña entre el abundante follaje. Eran pequeñas casas que ofrecian un lugar donde dormir y desayuno: Recibian una amplia gama de personalidades; lo que hacia del lugar, un lugar especial: simple, publico, compartido, muy conectado con la naturaleza. Una zona muy concurrida, un ambiente cálido, amigable; había musicos y artistas viviendo alli cuando yo era chico: Joni Mitchell vivia un par de casas de distancia, Jim Morrison vivia detrás de Canyon Store en ese momento, Glen Frey tambien estaba ahí. Gley Frey habia formado The Eagles recientemente.
Era un lugar donde todo estaba relacionado: mi mama diseñaba ropa para Joni Mitchel y mi papa se encargaba de la tapa de su disco.
David Geffen era muy amigo de la familia; tengo un buen recuerdo de él.
David contrato a Guns n’ Roses años mas tarde, pero no sabia quién era yo –y yo tampoco le dije nada-. Para la navidad de 1987, la llamó a Ola para saludar y le pregunto por mí, le preguntó en qué andaba; ella le dijo “deberias saber bien en qué anda, vos le estas produciendo el disco”
Después de uno o dos años, nos mudamos al sur a un departameto en Doheny. Me cambiaron de colegio y fue ahí cuando me di cuenta cuan diferente era del resto de los chicos. Yo no tuve una habitación tradicional de un chico; llena de juguetes y pintada en colores primarios. Nuestra casa nunca estuvo pintada de tonos neutros. En mi casa se sentia olor a comida e incienso; comiamos guisos. Tenia buena vibra pero el ambiente era muy oscuro. Para mi estaba bien porque nunca me intereso relacionarme con los chicos de mi edad. Preferia la compania de adultos, porque los amigos de mis padres siguen siendo las personas mas interesantes que conozco.
Escuchaba la radio KHJ, en AM, las 24 horas, durante los siete dias de la semana y dormia con la radio prendida. Hacia la tarea del colegio y sacaba buenas notas aunque mi maestra decia que prestaba atención un rato y despues me distraia el resto de la clase. La verdad es que a mi me apasionaba el arte; admiraba profundamente al pintor impresionista frances Henri Rousseau y como él, dibujaba selvas repletas de mis animales favoritos. Mi obsesion por las serpientes comenzo desde chico. La primera vez que mi madre me llevo a Big Sur, California a visitar a una amiga que vivia ahí. Tenia seis años y recuerdo que me pase horas en el bosque atrapando serpientes; hurgué en los matorrales y en los arboles, y no pare hasta que complete una pecera. Despues las liberé.
Esa no es la unica anécdota emocionante de ese paseo: tanto mi madre como su amiga eran jovenes alocadas que les gustaba correr con el VW escarabajo que tenía mi mama por las carreteras zigzagueantes de los acantilados. Me acuerdo que iba en el asiento de atrás muerto de miedo mirando por la ventana al océano y las rocas que estaban debajo a solo unos centímetros de mi puerta.
La colección de discos de mis padres era perfecta. Escuchaban de todo: desde Beethoven hasta Led Zeppelin y yo continué buscando pequeños tesoros no descubiertos en esa biblioteca hasta la adolescencia.
Conocia a todos los artistas, conocidos o no, porque mis padres me llevaban a sus conciertos todo el tiempo ademas que mi mama me llevaba al trabajo.
Desde muy chico conoci las internas del negocio; los estudios de grabacion, las salas de ensayo, y tambien estudios de cine y TV. Presencie los ensayos y grabaciones de Joni Mitchell, tambien estuve en las grabaciones del programa de Flip Wilson (un comico muy famoso en ese entonces y que ha sido olvidado). Estuve en los ensayos y en el show de una cantante pop australiana Helen Reddy, y tambien de Linda Ronstadt en Troubadour.
Mi mama tambien me llevo cuando le toco vestir a Bill Cosby para su shows, y tambien le confecciono algunas prendas a su esposa.
Tambien recuerdo ir con ella a ver a Pointed Sisters.
Obviamente, todo esto sucedio en el transcurso de su carrera; pero cuando nos mudamos al departamento de Doheny, el negocio “despego”: Carly Simon venia a casa, tambien Minnie Ripperton, que era cantante de soul.
Conoci a Stevie Wonder y Diana Ross. Mi madre me cuenta que tambien conocí a John Lennon pero desafortunadamente no lo recuerdo. Lo que sí recuerdo es haber conocido a Ringo Starr: mi madre diseñó el traje que usa en la tapa de su album Goodnight Viena, en 1974. Era un traje de talle alto –a la cintura-, color gris metalico con una estrella blanca en el medio del pecho.
Cada prueba de sonido, cada “detrás de escena” que presencie junto con mi mama me provocaba algo magico. No sabia bien qué pasaba pero mi fascinaba en ese momento y todavía me fascina ver cómo se monta un show; el escenario lleno de instrumentos esperando a la banda, es muy emocionante. El solo hecho de ver una guitarra todavía me emociona. Tienen algo maravilloso, tácito: tienen el don de trascender la realidad si “caen” en las manos correctas.
Mi hermano Albion nacio en Diciembre de 1972, lo que modifico un poco la dinamica de la familia; de pronto habia una nueva personalidad entre nosotros. Era divertido tener un hermano menor y me alegraba ocuparme de él: me encantaba que mis padres me pidieran cuidarlo.
Pero no paso mucho tiempo cuando empece a notar un gran cambio en la familia. Mis padres no se comportaban de la misma manera cuando estaban juntos y muy a menudo estaban separados. Las cosas se pusieron feas cuando mi mama empezo a tener éxito en su negocio y nos mudamos a Doheny. La direccion era 710 North Doheny; ahora es un terreno vacio donde venden los arbolitos de navidad en Diciembre. Tambien me gustaria nombrar a nuestro vecino de al lado: el autentico, autoproclamado Elvis negro, a quien pueden contratar para fiestas en Las Vegas (por si a alguien le interesa)
Ahora que soy grande puedo entender cuales eran los problemas (obvios) que devoraron la relacion de mis padres. A mi padre no le gustaba la idea que mi madre y mi abuela (materna) sean tan unidas; lastimaba su orgullo saber que mi abuela nos ayudaba con la plata, tampoco queria que ella esté tan involucrada con la familia. Mi padre tambien tenía problemas: le gustaba beber demasiado. Era un mal bebedor. Nunca fue violento porque es demasiado inteligente y rebuscado como para expresarse a traves de la fuerza bruta, pero el alcohol despertaba su mal genio. Cuando estaba borracho hacia comentarios inapropiados a expensas de quienes estaban a su alrededor. No hace falta decirlo, ahí era cuando la conversación se terminaba: nos levantábamos y nos íbamos.
Tenia solo ocho años, pero debi haberme dado cuenta que algo estaba realmente mal. Mis padres siempre se habian tratado con mucho respeto pero unos meses antes que se separaran, se evadian totalmente. Mi madre pasaba la mayoria de las noches fuera de casa y mi padre las pasaba en la cocina, solo, deprimido, bebiendo vino y escuchando al pianista Erik Satie. Cuando mi mama se quedaba en casa, mi papa y yo saliamos a caminar por bastante tiempo. Él caminaba por todos lados, en Inglaterra y en Los Angeles.
Antes de Charles Manson (el clan Manson asesino a Sharon Tate y a sus amigos) soliamos hacer dedo; Los Angeles era una ciudad “inocente” antes de los asesinatos. Esas muertes significaron el fin de la utopia de los ’60, de sus ideales, del Flower Power.
Los recuerdos de mi infancia con Tony son como los de una película: siempre caminando a su lado, con mucho respeto. Un dia de esos, que habiamos salido a caminar, me llevo a Fatburger y me conto que él y mamá se iban a separar. Quede devastado: lo unico “estable” que tenía, que conocia, se habia roto. No pregunte nada, solo mire mi hamburguesa. Esa misma noche, mi mama y yo nos sentamos a hablar y me explico la situación. Ella destaco los “beneficios”: Yo tendria dos casas para vivir. Lo medite por un instante; de alguna manera, eso tenia sentido pero sonaba mas como una mentira; yo asentí con la cabeza mientras hablaba pero no escuchaba lo que me estaba diciendo.
La separacion de mis padres fue difícil pero cordial ya que no se divorciaron hasta pasados unos años. Vivian cerca uno del otro, y tenian el mismo grupo de amigos. Cuando se separaron, mi hermano tenia dos años y obviamente debia vivir con mi madre pero a mi me dieron la oportunidad de elegir con quien queria estar, y yo elegí vivir con mi mama.
Ola nos crio lo mejor que pudo, viajando constantemente por el trabajo. Sin necesidad, mi hermano y yo viviamos yendo y viniendo de la casa de mama a la casa de la abuela. La casa de mis padres era poco convencional, interesante, siempre llena de gente –pero siempre fue estable-. Pero cuando el lazo que los unia se rompio; los cambios constantes se transformaron en algo normal para mi.
La separacion fue muy dura para mi padre y no lo vi por un tiempo. Fue dura para todos nosotros. Para mí, se transformo en algo real cuando vi a mi mama en compañía de otro hombre. Ese hombre era David Bowie.
En 1975, mi mama empezo a trabajar con David Bowie mientras grababa Station To Station; ella diseñaba su ropa desde Young Americans. Entonces, cuando el fue contratado para protagonizar la película “The man who fell to Earth”, mi mama fue tambien contratada como vestuarista. La película se rodo en Nuevo Mexico. Durante el rodaje ellos tuvieron un affair. Hoy, mirando atrás, pienso que no debe haber sido gran cosa pero en ese momento era como ver un extraterreste aterrizar en fondo de tu casa.
Cuando mis padres se divorciaron, mi mama, mi hermano, y yo nos mudamos a una casa en Rangely Drive. Era una casa muy linda: las paredes del living eran celeste cielo con nubes. Habia un piano; y la colección de discos de mi madre ocupaba toda una pared. Era una casa atractiva, agradable, calida. Bowie venia de vez en cuando con su esposa Angie y su hijo Zowie.
Los setenta fueron unicos: para Bowie era algo totalmente natural traer a su esposa e hijo a la casa de su amante para estar todos juntos. En ese entonces mi madre y David practicaban meditacion transendental.
Ellos cantaban delante del santuario que estaba en su cuarto.
A David lo acepte cuando lo conoci. Es inteligente, gracioso y tremendamente creativo. La imagen de David debajo del escenario enriqueció la imagen que tenía arriba de él. Fui a verlo con mi mama cuando toco en L.A Forum en 1975 y muchas veces más; me encantaba el momento en el que él salia al escenario, en su personaje; realmente quedaba cautivado. Como artista, dio todo en el escenario, dejo su esencia. Tambien conoci al hombre muy bien, como era con su familia. Resumio lo que es ser famoso: “Ser una estrella de rock es la union de lo que sos con lo que queres ser”
CAPITULO 2
BANDIDOS EN BICICLETA
BANDIDOS EN BICICLETA
Nadie piensa que te van a arrancar la alfombra mientras uno camina sobre ella; los cambios no se anuncian.
Mientras que el instinto y la intuición pueden proporcionarte señales de advertencia, poco pueden hacer para prepararte para el sentimiento de desarraigo que se siente después de que el destino ponga tu mundo al revés. Ira, confusión, tristeza y frustración. Todo mezclado dentro tuyo, creciendo como una bola de nieve. Te lleva años asentar toda esa polvareda de emociones, mientras tienes que poner lo mejor de vos para poder ver a través de la tormenta.
La separación de mis padres fue lo que se llama “una separación de comun acuerdo”. No hubo peleas, malos comportamientos; no hubo abogados ni juzgados. Pero así y todo, me tomo años aceptar la situación y lidiar con ese dolor. Perdí parte de mí y tuve que reinventarme a mi tiempo. Aprendí muchas cosas, pero esas lecciones no me ayudaron después cuando mi otra familia, la única que tenía se desintegro. Pude divisar las advertencias esa vez, cuando Guns n’ Roses empezo a desmoronarse. Y aunque aquella vez fui yo el que me fui, volví a tener la misma sensación, la mezcla de sentimientos. Fue igualmente difícil volver a encontrar el camino de nuevo
La separacion de mis padres fue un gran cambio para mi y yo tambien cambié. Internamente seguia siendo un buen chico pero externamente me volvi bastante problemático. Expresar las emociones sigue siendo una de mis debilidades, y lo que senti en ese momento fue inenarrable, asi que me deje llevar por mis instintos- me volvi violento y tuve problemas en el colegio.
En casa, la promesa de mis padres acerca de “tener dos casas para vivir” no hubiera cambiado nada de lo que estaba sucediendo. Casi no vi a mi padre durante el primer año que estuvieron separados, y cuando sí lo vi me parecia algo extraño, intenso. Como dije, el divorcio le afecto muchisimo, le costo mucho adaptarse a esa situación y para mi era muy duro verlo así. Estuvo un tiempo sin trabajar; no podia. Vivia precariamente y visitaba amigos. Cuando lo visitaba, salia con él y con sus amigos: tomaban vino tinto, hablaban de arte –de Picasso especialmente; el artista preferido de mi padre- y literatura. Tambien ibamos a la biblioteca o al museo de arte, donde soliamos quedarnos a dibujar.
Mi madre no tenia un lugar fijo. Trabajaba constantemente, viajaba bastante para poder mantenernos. Pasabamos mucho tiempo en la casa de mi abuela Ola –madre-, que era nuestra salvadora cuando el dinero no alcanzaba. Tambien pasaba bastante tiempo con mi tia y mis primos que vivian al sur de L.A en una zona llamada South Central L.A. Su casa era ruidosa, llena de niños; habia mucha energia.
Nuestras visitas alli sirvieron para poner en orden la idea de “tener una familia”.
Tomando en cuenta todo, tenia el tiempo en mis manos y saque ventaja de eso.
Creci demasiado rapido. A los doce tuve sexo, empece a tomar, a fumar, a drogarme, robe, me echaron del colegio, y en ocasiones hubiese terminado preso si no hubiese sido menor de edad. Actuaba de acuerdo con lo que sentia, tenia una vida intensa e inestable. Un rasgo importante de mi personalidad surgio en este periodo: el ahinco con el cual persegui mis intereses.
A los doce mis gustos habian cambiado: de amar el dibujo a amar el bicicross…
En 1977, las carreras de bicicross era el nuevo deporte extremo. Tambien estaban de moda el surf y el skate. Ya tenia algunos corredores famosos como Stu Thompson y Scout Breithaupt, habia revistas como Bicycle Motocross Action y American Freestyler y se organizaban competiciones constantemente. Mi abuela me compro una WebCo y quede fascinado. Comence a ganar carreras, y sali en algunas revistas como futuro corredor en la categoría de 13 y 14 años. Realmente me encantaba. Estaba preparado para competencias más grandes, y habia conseguido sponsor. Pero algo faltaba. Sentía que por alguna razon el BMX no me satisfacía del todo. La respuesta llegaria años mas tarde.
Despues del colegio solia ir a una tienda de bicicletas, y me sume a un grupo que corria para una tienda llamada “Spokes and Stuff”, donde conoci a gran parte de mis viejos amigos, y otros trabajaban en “Schwinn” en Santa Monica. Eramos más o menos 10 chicos que recorriamos Hollywood todas las noches. Todos nosotros (excepto dos hermanos) teniamos historias familiares similares. Uno encontraba consuelo en compañía de otro: ellos eran los unicos compañeros con los que podia contar habitualmente.
Nos encontrabamos todas las tardes en Hollywood e ibamos desde Culver City hasta La Brea Tar Pits, ocupando las veredas como si fuesen carreteras. Saltabamos hacia cualquier pendiente que encontrasemos y sin importar si era medianoche u hora pico, siempre quitabamos del camino a los peatones. Solo eramos chicos traviesos en pequeñas bicicletas. Pero si lo multiplicas por 10; consideras que pasabamos todos juntos por la vereda corriendo a maxima velocidad, eramos una fuerza para tener en cuenta. Nos subiamos a los bancos de las paradas del bus, muchas veces cuando habia gente sentada, tambien nos subiamos a las bocas de incendio, y competiamos constantemente para superar al otro. Eramos adolescentes desilusionados tratando de pasar un mal momento en nuestras vidas, lo pasamos saltando por las calles de Los Angeles.
Corriamos por un camino de tierra en Valley hasta Reseda (cerca del juzgado de menores). Esto estaba más o menos a 15 millas de Hollywood, que es una meta bastante ambiciosa. Soliamos atar las bicicletas a algun paragolpe en Laurel Canyon Boulevard, para reducir el tiempo de viaje; veiamos pasar los autos como los asientos de una aerosilla, esperabamos un rato y despues cada uno elegia un auto y volvíamos a la cima de la montaña.
Mantener el equilibrio en una bicicleta, incluso una con un muy bajo centro de gravedad, mientras esta amarrada a un auto que va a 30 o 40 millas por hora es emocionante pero peligroso en un suelo normal; ahora intentar hacer eso en una montaña con curvas y contra-curvas muy cerradas, cuesta arriba, como era Laurel Canyon es totalmente diferente. Todavía me pregunto como es que nunca ninguno rodo por la montaña. Me sorprende mas recordar que hacia este recorrido (subir y bajar de la montaña) sin tener frenos la mayoria de la veces. Ser el más joven del grupo para mi significaba que siempre tenia algo que demostrar a mis amigos cuando corriamos; y a juzgar por la cara que ponian luego de alguna de mis acrobacias, lo lograba. Pueden haber sido solo adolescentes, pero mis amigos no eran faciles de cautivar.
A decir verdad, eramos una pandilla de chicos “difíciles”; pequeños criminales.
Uno de ellos era Danny Mc Cracken. Tenia 16 años, era fuerte, callado, “pesado”, con el no se jodia. Una noche Dany y yo robamos una bicicleta con suspensión y mientras que él deliberadamente trataba de romper las horquillas, saltándoles encima, para divertir al resto, tropezo con el manubrio y se corto la muñeca; fue un corte profundo. Vi venir el accidente y observé todo como en “camara lenta” mientras que la sangre brotaba a chorros.
Danny grito AHHHH!!!! Con dolor y todo, su voz era suave considerando que era del tamaño de Mike Tyson.
“A la mierda!”
“Carajo!”
“Danny se lastimo!”
Danny vivia a la vuelta de la esquina, asi que dos de nosotros lo acompañamos hasta la casa.
Llegamos a la casa, tocamos el timbre, la madre abrio la puerta y miro la muñeca de Danny. Luego nos miro despreocupada, como descreyendo lo que habia sucedido con su hijo. “Y qué carajo quieren que haga yo?!”, nos contestó; luego pego un portazo.
No sabiamos qué hacer; Danny estaba pálido y no sabiamos para qué lado estaba el hospital y la sangre seguía brotando. Bajamos a la calle y paramos el primer auto que pasó. Acerqué mi cara a la ventanilla y dije: “hey, mi amigo se esta desangrando; nos llevás al hospital?”. “Se va a morir!”, grite histérico. Por suerte la mujer que conducia era enfermera.
Cargo a Danny en el asiento delantero y nosotros seguimos al auto en bicicleta. Cuando llegó al hospital no espero un instante; la sangre le brotaba a chorros y lo hicieron pasar inmediatamente, mientras toda la gente miraba enfurecida.
Los doctores cosieron la herida pero ese no es el final de la historia: cuando salio del consultorio hacia la sala de espera donde estabamos nosotros, se le solto uno de los puntos; la sangre broto de tal manera que dejo manchas en el techo, lo que enloquecio y disgusto a los que estaban presentes. No es necesario decirlo: lo llevaron nuevamente al consultorio y suturaron por segunda vez la herida. Finalmente se soluciono el problema.
Los unicos seres “emocionalmente estables” de la pandilla eran John y Mike. Los llamabamos ‘los hermanos Cowabunga’. Eran estables por varias razones: vivian en Valley -una próspera zona suburbana-, sus padres no estaban separados, tenian hermanas, y vivian todos juntos en una bella casa tradicional. Pero no eran los unicos hermanos del grupo; tambien estaban Jeff y Chris Griffin. Jeff trabajaba en Schwinn y Chris era su hermano menor. Jeff era el más grande el grupo, tenía 18 años y tenia un trabajo que tomaba en serio. John y Mike eran bastante parecidos en su forma de ser; no puedo decir lo mismo que Jeff y Chris. Chris siempre trataba de imitar a su hermano mayor y fallaba invariablemente. Tenian una hermana muy linda, muy atractiva; se llamaba Tracey. Ella se habia teñido el cabello de color negro por el solo hecho que toda su familia era naturalmente rubia. Tracey tenia un aire gotico incluso antes que ese estilo estuviese de moda.
Tambien estaba Jonathan Watts. Era el mas loco de todos nosotros, estaba realmente insano. Era capaz de hacer cualquier cosa sin importar lo que pudiera pasarle: ya sea lastimar su cuerpo o terminar preso. Yo tenia solo doce años pero asi y todo sabia bastante de musica y gente como para que me pareciera extraño que Jonathan y su padre fueran fieles admiradores de Jethro Tull. Mejor dicho, adoraban a Jethro Tull. Me da pena decir esto, pero Jonathan no esta más con nosotros; murio trágicamente de sobredosis despues de haber pasado años tanto como alcoholico empedernido como abanderado de Alcoholicos Anonimos. Habíamos perdido contacto hace tiempo, pero lo volvi a ver en una reunion de A.A a la que me ordenaron ir (para poner un poco las cosas en orden) luego de ser arrestado por una noche a finales de los ’80. No lo podia creer; llegué a la reunion, escuche lo que hablaban y despues de un rato me di cuenta que el moderador la reunion (alguien tan partidario de la sobriedad como el teniente Hill Kilgore –el personaje de Robert Duvall en “Apocalipsis Now”-) no era otro que Jonathan Watts. El tiempo es un gran catalizador para los cambios; nunca sabes dónde van a ir a parar dos “almas gemelas”- o dónde nos volveremos a ver.
En ese momento, esos chicos y yo pasabamos muchas tardes en el Colegio Primario Laurel, haciendo uso del patio. Era un punto de encuentro; para andar en bicicleta o en skate, para juntarse a tomar alcohol o a fumar marihuana. El patio tenia dos niveles conectados por largas rampas de cemento; pedian por favor ser utilizadas por ciclistas o skaters. Aprovechabamos todo: desarmábamos las mesas de picnic y las usabamos de obstáculos que nos llevaban al otro nivel. No estoy orgulloso de haber destruido de a poco un edificio publico, pero subir y bajar por las rampas, o saltar sobre los obstáculos era muy emocionante; valia la pena. Nosotros eramos pequeños delicuentes, pero tipos creativos que iban a hacer cosas buenas tambien se reunian ahí. Me acuerdo de Mike Balzary, más conocido como ‘la pulga’, tocando la trompeta y los artistas vendiendo cuadros. Quiza no era el lugar perfecto pero todos nos sentiamos orgullosos de la escena que habiamos creado. Desafortunadamente, los que pagaban las consecuencias eran los maestros y alumnos, que tenian que limpiar y acomodar todo el desorden.
El director del colegio, torpemente, decidio tomar el toro por las astas: se sento a esperarnos para enfrentarnos. Esto no termino bien. Nos burlamos bastante de él, se puso loco y mis amigos y yo tuvimos una discusión. Todo se fue de las manos muy rapido, y una persona que pasaba por ahí llamo a la policia. Nada asusta mas a los chicos que el sonido de la sirena, asi que muchos de mis amigos huyeron. Desafortunadamente, yo no era uno de ellos. Otro chico y yo fuimos los unicos que detuvieron; nos esposaron a la baranda del frente del colegio, justo en la calle para que todos vieran. Eramos como animales enjaulados, privados de la libertad y no muy felices con eso. Nos negamos a cooperar: nos burlamos, les dimos nombres falsos, nos comportamos muy mal, los llamamos ‘cerdos’. Los policias siguieron preguntando, y trataron de asustarnos, pero nosotros nos negamos a dar nuestros nombres y direcciones; asi que como teniamos 12 años y no teniamos necesidad de llevar documentos, no les quedo otra alternativa que dejarnos ir.
La pubertad se inicio en mí a los trece, cuando cursaba la secundaria en el Bancroft Junior High en Hollywood. Sea lo que sea que sentía con respecto al divorcio de mis padres, paso a un segundo plano para dar lugar a la invasión de hormonas. Pasar todo el dia en la escuela no tenia sentido, asi que la dejé. Empecé a fumar marihuana frecuentemente y andar mucho mas en bicicleta. Me resulto difícil controlarme: Queria hacer lo que quisiera, al instante. Una noche, mientras mis amigos y yo planeabamos la forma de entrar a robar en Spokes and Stuff (la tienda de bicicletas donde nos reuniamos) por alguna razon que no recuerdo, divisé a un chico que estaba espiandonos por la ventana de un departamento que quedaba cruzando el callejón. Que estas mirando?! No me mires?!, grité y le tire un ladrillo a la ventana.
Los padres llamaron a la policia, por supuesto, y los oficiales que respondieron el llamado nos persiguieron por todo Hollywood y West Hollywood. Nos metimos de contramano, entre medio del tráfico, cortamos camino por callejones, tomamos los parques; ellos eran tan perseverantes como Jimmy “Popeye” Doyle, el personaje de Gene Hackman en “The French Connection”. Dábamos vuelta a la esquina y ellos estaban ahí. Eventualmente huiamos hacia Hollywood Hills y nos escondiamos en los cañones más alejados como si fueramos bandidos del Lejano Oeste; y como sucede en las películas de cowboys, cuando creiamos que era seguro dejar la guarida para volver al rancho, eramos interceptados por los mismos policias.
Pienso que la razon por la cual me persiguieron a mi y no al resto de mis amigos cuando nos separamos, fue porque yo era el mas pequeño.
Pedaleé rápido por todo el vecindario, pero no podia eludirlos hasta que busque refugio en un estacionamiento subterraneo, baje un par de niveles, me metí entre los autos, me escondí en un rincón y me tire al piso, rogando que no me encontraran. Entraron al garage a pie y cuando finalmente llegaron al lugar donde yo estaba escondido, ya habian dado por terminada la “caceria” –creo-, buscaron entre los autos con las linternas; y cuando los tenía mas o menos a dos metros de distancia, retrocedieron. Debo decir que tuve suerte.
Esta batalla entre mis amigos y la policia continuó durante todo el verano y desde luego no era una forma constructiva de pasar el tiempo, pero en mi cabeza, a esa altura, era algo muy divertido.
Era muy bueno manteniendo mis asuntos en privado, pero cuando me equivoque, mi mama y mi abuela fueron muy comprensivas.
Para la mitad de la secundaria, estaba en casa el menor tiempo posible.
En el verano de 1978, no tenia ni idea que mi abuela se iba a mudar a un nuevo complejo en la interseccion de Kings Road y Santa Monica Boulevard. Conocia el lugar porque pasaba en bicicleta cuando lo estaban construyendo; era gigantezco, ocupaba toda la manzana.
Mis amigos y yo iriamos a drogarnos y correr carreras por los pasillos y por la escalera, a cerrarle la puerta en la cara a la gente, a saltar sobre los barandales y dejar las marcas del derrape sobre las paredes recien pintadas.
Una vez, cuando estabamos haciendo esto, doblé en la esquina gritando y casi derribo a mi mama y a mi abuela que venian con los brazos cargados con las pertenencias de Ola madre y que las llevaban hacia el departamento nuevo. Nunca me voy a olvidar la cara de mi abuela en ese momento: la expresión era una mezcla de susto y horror. Me contuve, pude frenar. Pero al mirar por arriba del hombro vi al último de mis amigos girar muy rapido y perderse de vista. Yo tenía un pie en el suelo y otro en el pedal, pensando que podría escaparme.
“Saul?”; dijo Ola madre con una voz muy dulce y aguda, “eres tu?”
“Si abuela, soy yo” le respondi “como estas? Mis amigos y yo pasamos a visitarte”
La mentira no resulto con mi mama, pero Ola madre estaba tan contenta de verme, que Ola hija me dejo continuar. De hecho, funciono tan bien que al final termine viviendo con mi abuela unas semanas mas tarde.
En ese momento es cuando empieza la hazaña en Hollywood. Pero llegaremos ahí en un rato.
No voy a ponerme a analizar como fue que la cleptomania se volvio “mi otro nuevo interes”; pero debo aclarar que fui un adolescente “difícil de tratar” desde muy chico. Robe lo que pense que necesitaba y no me podia comprar; robe lo que pense que me haria feliz tener; y a veces robe solo por robar.
Robe muchos libros porque siempre me gusto leer; robe muchisimos cassetes porque amaba la musica. Los cassetes –para los más jóvenes que no saben qué son- tenian ciertas desventajas: la calidad de sonido se desgastaba, la cinta se enredaba en la casetera y se derretian si los dejabas al rayo del sol, pero era muy fácil llevarselos. Eran del tamaño de un paquete de cigarrillos chico, asi que un ratero ambicioso podia llevarse la coleccion completa de su banda escondida entre la ropa y salir caminando sin que nadie se de cuenta de nada.
En mi peor momento, podia llegar a robar tantas cosas como pudiera esconder entre mi ropa, luego salia, las dejaba en los arbustos y volvia a robar más, muchas veces en la misma tienda.
Una tarde me robe un par serpientes de Aquarium Stock Company, una tienda de mascotas a la que solia ir bastante seguido; los dueños se habian acostumbrado a mi presencia y no creo que pensaran que yo podria robarles. No eran mala gente, simplemente me gustaban mucho las serpientes que vendia, no respete lo sufiente la tienda y me lleve algunas a casa. Las enrosque en las muñecas y me puse la campera encima teniendo cuidado que las serpientes no sobrepasaran el antebrazo.
Un dia fui a la ciudad y agarre un monton de serpientes, me dirigí a la calle, las escondi y volví al local a tomar un libro que me enseñara como cuidar las serpientes que me habia robado.
Una vez, me robe un camaleón Jackson. Robar un camaleón no es algo sutil; tienen astas, miden 10 pulgadas y se alimentan de moscas, tienen el tamaño de pequeñas iguanas y ojos protuberantes piramidales, extraños. Tenia muchas agallas cuando era chico: Sali caminando de la tienda. Era un animal muy caro y exotico. Me fui a casa con él, pero no podia inventar una historia que explique adecuadamente su presencia en la casa, asi que no me quedo otra que dejarlo vivir en el fondo de mi casa que tenia un alambrado cubierto por una enredadera, al lado del cesto de basura. Me habia robado un libro de camaleones Jackson, asi que sabia que les gustaba comer moscas y el mejor lugar que encontre es cerca del cesto de basura, ya que es comun encontrar moscas ahí. Todos los dias era una aventura buscarlo porque era muy habilidoso para esconderse y mezclarse con el medio en el que estaba; como todos sabemos los camaleones tienen esa capacidad, se mimetizan. Siempre me llevaba un tiempo localizarla y adoraba ese desafio. El jueguito duro mas o menos 5 meses; despues de un tiempo mejoro tanto su habilidad que nunca mas pude encontrarla. La busque durante dos meses, todas las tardes, pero fue inútil. No se que le sucedió, pero considerando las miles de posibilidades de lo que pudo haberle ocurrido espero que haya tenido un buen fin.
Tuve mucha suerte de no ser atrapado las veces que robé, que fueron realmente muchas. Se me hacia tan facil hacerlo que un dia me atrevi a llevarme de un local de articulos deportivos, un bote inflable... inflado. Necesitó cierta planificación pero lo hice, me lo robe. No sé cómo no me atraparon.
No fue gran cosa; te voy a contar el método: el bote estaba colgado en una pared cercana a una puerta lateral que conducia a un pasillo que tenia salida al callejón. Una vez que pude abrir esa puerta sin que nadie sospechara, descolgar el bote fue facil; luego lo oculte de la vista de la gente en una muestra de productos de camping. Despues espere el momento para sacarlo de la tienda y llevarlo hasta la esquina donde me esperaban mis amigos. Ni siquiera me lo quede; una vez logrado el objetivo, lo deje en el jardin de una casa, una cuadra mas adelante.
No estoy orgulloso de eso, pero a fin de cuentas, cuando estaba a 10 millas de mi casa, sin plata y con la rueda de la bicicleta pinchada, me alegra que se me hiciera facil robar una nueva de Toy”R”Us. De otra manera, si hubiera tenido que hacer dedo para volver a casa, vaya a saber Dios en qué situaciones me hubiese involucrado.
De todas maneras, como alguien que repetidamente tienta la suerte, debo admitir que cuantas veces trates de convencerte de que tus acciones son “necesarias” o que haces eso “porque no tenes otra alternativa” y vos sabes que no es tan asi y que lo que haces esta mal, tenés que saber que al final siempre te descubren.
En mi caso, en tanto estamos hablando de “robar”, al final me atraparon en Tower Records, en Sunset Boulevard, la disqueria preferida de mis padres. Recuerdo muy bien ese dia: era uno de esos momentos en los que uno sabe que algo no esta bien pero de todas maneras se prende en la aventura.
Tenia 15 años, creo y recuerdo que estacione la bicicleta y pense ‘debes ser cuidadoso con este lugar’. Esa revelacion no me ayudo para nada: Fui muy avaro. Entre al lugar, rellené de cassetes la campera, los pantalones; toda mi ropa estaba abarrotada de cassetes, eran tantos que pense ‘quiza deberia comprar algunos sólo para confundir a los cajeros’; creo que elegi uno del Cheap Trick, “Dream Police” y uno de Led Zeppelin, “Houses of the Holy”. Los tome y fui hacia el mostrador, me los cobraron y me dirigí a la salida.
En ese momento pensé `ya pasó, estoy fuera de peligro’.
Estaba en la calle, junto con mi bicicleta, ya preparado para ‘volar’ de ahí cuando siento una mano en el hombro. Negué todo pero me habian agarrado: me llevaron arriba a una oficina desde la cual me habian visto robar, luego me mostraron la cinta.
Llamaron a mi madre; y devolvi todos los casettes que habia guardado entre la ropa. Ellos los acomodaron todos sobre una mesa para que mi madre los viera cuando llegara. Supere muchas cosas cuando era chico, pero ser atrapado por robar casetes en la disqueria a la que mis padres habian ido por tanto tiempo era una ofensa que era mas importante para la familia que para la ley. Nunca me voy a olvidar de la cara de Ola cuando llego a esa oficina y me encontro sentado junto a todo lo que habia querido robar. No dijo demasiado, porque no era necesario: estaba claro que ella pensaba que no podria haber hecho eso.
Al final, Tower no presento ningun cargo porque toda la mercancía fue recuperada. Me dejaron ir con la condicion de que nunca mas vuelva a poner un pie en el local, tambien porque el dueño reconocio que mi mama era una clienta frecuente.
Por supuesto, cuando me contrataron para trabajar en la misma tienda 6 años mas tarde en la parte de videos, todo el tiempo estaba convencido de que alguien recordaria ese incidente y que me iban a despedir. Pensaba que un dia cualquiera se darian cuenta que menti descaradamente en la solicitud de empleo y que suponían algo que yo sabia que era verdad: todo lo que habia logrado robar hasta que me atraparon valia bastante mas que un par de meses de sueldo.
Todas las permutas se resolverian en los 8 años subsiguientes, pero solo cuando habia encontrado una familia estable de mi propia autoria.
En el vacio que dejo la disolución de mi familia, yo construí mi propio mundo. Tuve suerte que a pesar de mi edad, durante el periodo de prueba de mis limites, hice un amigo que siempre se ha estado conmigo, incluso cuando estuvimos lejos. Todavía es uno de mis confidentes y al que despues de 30 años todavía sigo molestando.
Se llama Marc Canter; su familia es la dueña del complejo Canter´s Deli en North Fairfax. Los Canter se mudaron a New Jersey y abrieron un restaurante en los ’40 y desde entonces ha sido un punto neuralgico para los tipos del show business, porque la comida es buena y ademas esta abierto las 24 horas. Esta a media milla de Sunset Strip, y en los ’60 ha sido el refugio de muchos musicos y sigue siendolo hasta hoy. En los ’80, los Guns han ido a comer alli de madrugada. The Kibbitz Room es el bar y tambien hay shows en vivo; queda justo al lado del restaurant y pertenece a él.
Los Canters han sido maravillosos conmigo; me dieron trabajo y refugio. Nunca dejaré de agradecerles todo lo que hicieron por mi.
Conoci a Marc cuando estaba en el colegio primario, en Third Street Elementary School, pero nos hicimos realmente amigos cuando le robe la bicicleta en quinto grado.
Nuestra amistad fue sólida desde el principio. Nos juntabamos en el parque Hancock que quedaba al lado de un barrio opulento donde él vivia. Soliamos ir al viejo teatro “Pan Pacific” –hoy es el “Grove Shopping Center”-. El Pan Pacific era una reliquia; habia sido un glamoroso cine-teatro en los ’40; tenia arcos en el techo y una gran pantalla en la que pasaban películas y que definio una generacion con respecto a la cultura y el cine. En esos dias, el teatro seguia siendo hermoso, los arcos verdes estilo Art Deco estaban intactos pero el resto, estaba en ruinas. Al lado estaban la biblioteca pública y un parque que tenia una cancha de basketball y una pileta. Al igual que el Laurel Elementary tambien era el punto de reunion para chicos de 12 a 18 años que alguna razon u otra, se sienten comodos en la noche.
Mis amigos y yo eramos los jóvenes del grupo. Las chicas estaban tan fuera de nuestro alcance que no podiamos invitarlas a salir, pero lo haciamos igual. Habia algunos fracasados y marginales, muchos de ellos vivian en el viejo teatro y subsistian gracias a la comida que robaban en la verduleria de al lado, dos veces por semana. Marc y yo estabamos fascinados; nos aceptaron en el grupo porque casi siempre teniamos marihuana, que era muy requerida alli. Conocer a Marc promovio un gran cambio en mi; era mi primer gran amigo, el que me entendia cuando me sentia solo. Ninguno de los dos ha tenido lo que se llama “una vida normal”, pero estoy orgulloso de que hoy estemos tan unidos como en aquel entonces. Esa es mi definición de “familia”. Podes no haberlo visto en años pero cuando se encuentran, se tratan como el primer dia. Un verdadero amigo es el que está presente cuando se lo necesita; no solo en las vacaciones o los fines de semana.
Me di cuenta de eso, unos años mas tarde. Cuando no me importaba no tener plata para comer, porque lo poco que tenia lo guardaba para promocionar Guns n’ roses. O cuando no tenía un mango, ni para los afiches ni para las cuerdas de la guitarra. En esos momentos Marc estuvo a mi lado. Afronto mis gastos; para lo que sea que necesitara dinero, lo tenía. Le devolvi la plata cuando pude hacerlo; cuando empezaron a contratar a Guns. Pero nunca me olvide que Canter estuvo conmigo cuando estaba deprimido y sin un peso.